El omega-3 es un ácido graso esencial imprescindible para el desarrollo cerebral y visual y para nuestro desarrollo intelectual

Existen dos familias de ácidos grasos (AG) esenciales; los omega-3, considerados como anti-inflamatorios y los omega-6, considerados pro-inflamatorios. Estos AG no pueden ser sintetizados por nuestro organismo, por lo que debemos adquirirlos con los alimentos.

Los alimentos ricos en omega-3 son los pescados como el salmón, el atún o la caballa, mientras que por ejemplo las carnes, son ricas en omega-6. 

Nuestras dietas suelen ser pobres en omega-3 y más ricas en omega-6 de ahí la necesidad de suplementarnos (para tener un balance antinflamatorio y antioxidante que es lo deseable). 

Para que el omega-3 llegue a las membranas de las células que es donde hace su función, debe poder ser absorbido de forma adecuada en nuestro tubo digestivo. La buena absorción está asegurada si el omega-3 está en forma de  triglicérido de DHA (TG-DHA) que es la forma en la que está en los alimentos en la naturaleza. Y esa es precisamente la forma en la que está formulado el omega-3 de I am care y lo que lo hace diferente a los demás suplementos de omega-3 que tienen formulaciones diferentes que no permiten una absorción óptima.

Una vez el omega-3 llega a la membranas de las células, activa la producción de glutatión intracelular que es la principal sustancia antioxidante en nuestro cuerpo. Nuestro omega-3 tiene además patentada esta acción antioxidante. 

El envejecimiento se asocia, entre otros, a un proceso de oxidación, de ahí que el omega-3, por este efecto antioxidante , consigue contribuir a frenar la senescencia o muerte celular.